“Muchas personas atraviesan procesos de duelo sin contar con el acompañamiento emocional necesario”

Daniel Benítez Clavijo, gerente de Mémora en la provincia de Cádiz, es un profesional empático que enseguida contagia la institucionalidad del valor de marca de la empresa que representa. Mémora no es sólo -con ser mucho- una sucesión de tanatorios donde el compromiso va mucho más allá de la ceremonia de despedida y el propio velatorio. También aporta ayuda a la sociedad con su Fundación, de extensión e implantación nacional, dando soporte a personas y familias que viven un proceso final de vida y a los profesionales que las atienden, promoviendo actos y actividades centradas en el tratamiento especializado de la soledad no deseada, el acompañamiento a la persona durante la etapa del duelo, los cuidados paliativos, etcétera.

El próximo jueves 19, Fundación Mémora presenta en Jerez su programa gratuito de acompañamiento emocional que consiste en atención telefónica 24 horas, sesiones individualizadas con un psicólogo, grupos de duelo y acceso a una comunidad de apoyo online (tuapoyoenred.com). Dialogamos con Daniel Benítez al respecto.

Pregunta.–¿Qué necesidades específicas habéis detectado en el territorio que hacen especialmente relevante la implantación de este programa aquí?

Respuesta.–En los últimos años hemos observado que muchas personas atraviesan procesos de duelo sin contar con el acompañamiento emocional necesario. A veces por desconocimiento, otras por falta de acceso a recursos especializados. En este territorio, como en muchos otros, sigue existiendo un cierto silencio alrededor de la muerte y el sufrimiento emocional que conlleva. Por eso creemos que este programa puede ofrecer un espacio seguro, accesible y profesional para quienes necesitan ser escuchados y sostenidos en un momento tan delicado como es la pérdida de un ser querido.

P.–¿Qué papel tiene la Fundación Mémora, desde su presencia local, en el acompañamiento emocional a las familias tras la pérdida de un ser querido?

R.–La Fundación Mémora está comprometida con el acompañamiento integral a las personas, no solo en el momento del adiós, sino también en el proceso posterior. Desde nuestra presencia en el territorio, tenemos la responsabilidad y la vocación de estar cerca de las familias, no solo como profesionales, sino como seres humanos que entienden el valor del cuidado. Queremos contribuir a una sociedad que no dé la espalda al dolor, sino que lo acoja y lo acompañe con sensibilidad y conocimiento.

P.–¿Cómo se ha implicado el equipo de la zona en la puesta en marcha o difusión del programa? ¿Qué respuesta esperáis por parte de la comunidad?

R.–El equipo local ha tenido un papel fundamental, tanto en la detección de necesidades como en la creación de vínculos con profesionales del ámbito social y sanitario. Esta jornada es fruto de esa implicación. Estamos viendo mucho interés por parte de entidades, centros de salud y personas que desean saber cómo pueden derivar casos o participar. Esperamos que esta iniciativa se convierta en un recurso vivo, útil y bien conectado con la comunidad.

P.–Desde su experiencia como gerente, ¿qué cree que aporta este programa frente a otros recursos existentes en el sistema de salud o servicios sociales?

R.–El sistema público hace una labor admirable, pero a menudo no puede cubrir todas las necesidades emocionales tras una pérdida. Nuestro programa aporta especialización en duelo, continuidad en el acompañamiento y una atención accesible, cercana y sin coste para las familias. Es una herramienta complementaria que puede aliviar carga a otros servicios, y a la vez garantizar que nadie quede desatendido en un momento tan vulnerable.

P.–¿Qué mensaje le gustaría trasladar a los profesionales y ciudadanos que participarán en la jornada?

R.–Que hablar del duelo es necesario. Que acompañar no siempre significa tener respuestas, sino estar presente. Esta jornada es una invitación a sumar miradas y experiencias, a construir juntos una red de apoyo más humana. Y sobre todo, es un espacio para poner el foco en las personas, en su dolor, pero también en su capacidad de sanar cuando se sienten acompañadas.

P.–¿Por qué recomendaría asistir a esta jornada de presentación? ¿Qué cree que se llevarán al salir de ella?

R.–Porque es una oportunidad para conocer de primera mano un recurso gratuito, profesional y profundamente necesario. Escucharemos testimonios reales, reflexiones de expertos y, sobre todo, abriremos un espacio para pensar juntos cómo podemos cuidar mejor a quienes viven una pérdida. Creo que quienes asistan se llevarán herramientas prácticas, conciencia sobre la importancia del acompañamiento y, quizás, un cambio de mirada hacia el duelo y la muerte como parte de la vida.